La Fundación, en tanto que fundación catalana, tiene como objetivo constituyente la lucha contra el antisemitismo en todo el territorio de Cataluña. No obstante, dada la naturaleza universal de los derechos protegidos y el impacto global de los actos antisemitas en un mundo interconectado, la Fundación se reserva la potestad de actuar en el resto del territorio del Estado español, así como en el ámbito internacional a fin de prevenir, denunciar o perseguir comportamientos o actos de corte antisemita que puedan tener un impacto directo o indirecto en Cataluña.

Para el desarrollo de su actividad, la Fundación se acoge a la definición de “antisemitismo” de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) que reúne a Gobiernos y expertos a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto, así como de mantener los compromisos de la Declaración de Estocolmo de 2000. Esta definición adoptada por más de 1.200 entidades mundiales, que van desde el Consejo de la Unión Europea o el Parlamento Europeo hasta el Ayuntamiento de Barcelona, es la definición suscrita por 45 países, entre los que figura España junto con la totalidad de los Estados miembro de la Unión Europea.

Dicha definición establece que: “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto.”

Junto a su objetivo primordial de lucha contra el antisemitismo en Cataluña, la fundación se fija como objetivo específico: la lucha contra el revisionismo histórico de corte antisemita y para la consecución de estos objetivos, la Fundación prevé estatutariamente los siguientes fines: 

a) Centralizar, catalogar, analizar y perseguir los incidentes de carácter antisemita en Cataluña.

b) Identificar centros y/o individuos promotores del antisemitismo.

c) Fomentar la reflexión acerca del antisemitismo a través del análisis y las publicaciones.

d) Ayudar a poner en práctica las políticas existentes de lucha contra el antisemitismo nacionales, internacionales con especial énfasis en las directrices marcadas por la Secretaría del Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, y proponer nuevas acciones específicas tanto a la administración pública como a organizaciones, medios de comunicación y sociedad en general

e) Reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en el ámbito territorial de Cataluña acerca del Holocausto, así como mantener los compromisos de la Declaración de Estocolmo del año 2000.

f) Luchar contra la difamación del pueblo judío, asegurar la justicia e igualdad en el tratamiento de todos. 

g) Construir puentes de comunicación, entendimiento y respeto entre las diversas Administraciones públicas 

h) Proporcionar y promover el conocimiento y las herramientas necesarias para contrarrestar el antisemitismo, el odio y la intolerancia a través de la educación mediante la implantación de programas educativos.

A efectos prácticos, la labor de la Fundación consiste básicamente en contrarrestar, con cuantos medios tenga al alcance, el antisemitismo latente en nuestra sociedad y que se observa en la vida pública, en los medios de comunicación, en escuelas, universidades y demás centros educativos, en los lugares de trabajo y en la esfera religiosa, con actuaciones tales como:

- pedir, apoyar o justificar muertes o daños contra los judíos, en nombre de una ideología radical o de una visión extremista de la religión.

- formular acusaciones falsas, deshumanizadas, perversas o estereotipadas sobre los judíos, como tales, o sobre el poder de los judíos como colectivo, por ejemplo, aunque no de forma exclusiva, el mito sobre la conspiración judía mundial o el control judío de los medios de comunicación, la economía, el Gobierno u otras instituciones de la sociedad,

- acusar a los judíos como el pueblo responsable de un perjuicio, real o imaginario, cometido por una persona o grupo judío, o incluso de los actos cometidos por personas que no sean judías,

- culpar a los judíos como pueblo o al Estado de Israel en tanto que colectivo de judíos, de inventar o exagerar el Holocausto o cualquier otra forma de exterminio,

- acusar a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo que, a los intereses de sus propios países,

- denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista,

- aplicar un doble rasero al pedir al Estado de Israel en tanto que, colectivo de judíos, un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático,

- usar los símbolos y las imágenes asociados con el antisemitismo clásico para caracterizar al pueblo judío.

- Banalizar el nazismo en cualquier de sus formas